cuarenta 1
Respiraba muy mal,
apenas podía caminar,
el corazón, bum,bum iba lento
y el señor seguía contento.
-¿Señor que le pasa?
-¿Es que no ve usted mi casa?
Mi familia rebosa vitalidad
no sólo tengo una enfermedad
Y con la familia preocupada
el señor daba otra bocanada
de aire para su mejora
Y con sus ánimos no se ahoga.
Y así el señor por ahora
no espera que llegue la hora
de decir adiós a los suyos
y si de dar arruyos.
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