Aprendiendo a amar

El amor no se parte en el alma,
no reparte entre personas amadas.
No se elige, ni descarta.
El amor crece cual plaga,
una dulce, buena, si no domina
esa envidia que crece, a veces, tan insana.
El amor es eterno y no manda,
también hace querer a la persona sana,
aquella situación que la cuide hasta el alma.
En aquella compañía que te hiere,
que en malvado te convierte
te conviene de tu vida apartarla.

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