El mundo de Andy

Ayer casi me atropellan y la alegría aún me duraba, aquella que me dabas.  ¡Que derroche! Y el coche casi me viene encima mientras yo sonreía. No se que me está pasando  ya no vivo suspirando,  ni llevando los pies arrastro como antes de ti.  Me voy al castro a leer y respirar así,  aire limpio y definir que es lo que hay que descubrir.  Pues ya no soy como antaño pensando siempre en el daño que me hizo aquel chico con su baile y su pico. 

Ya perdí el hilo de mis pensamientos....  Escritores, los hay a cientos, ¿Cómo mostrar en mis escritos sentimientos? Si los demás ven solo palabras palabras que no dicen nada, que cuentan lo mismo que los demás que no ocultan nada más. Puedo hablar de la arborada de cómo la luz cae en ella cada mañana. Pero no transmito el sentir que tiene consigo el verlo al vivir. 

Leo poemas a diario. Desde dulces a ordinarios.  De 9 a 1 ese es mi horario.  Escribo poemas cotidianos,  de amor, de la vida y alguno honorario.  Carezco de seguridad a diario,  lo que escribo esta en un plano terciario que se tambalea al son de agravios.  Y escribo, escribo poemarios,  que quedan casi ignorados por aquellos que quiero y por los que otorgan salario.  Soy poetisa de baja estima,  formó parte del moviliario,  una pieza más para crear un mundo en donde se aprecie algo.